En un acto cargado de simbolismo y tensión internacional, el presidente de Argentina, Javier Milei, encabezó el homenaje por el 31° aniversario del atentado a la AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires, que dejó un saldo de 85 muertos y más de 300 heridos. “No vamos a parar hasta que se haga justicia”, declaró con firmeza, en medio de un clima marcado por su postura de línea dura contra Irán, país al que ha señalado como responsable del ataque y al que calificó abiertamente como “enemigo”.
La ceremonia, realizada frente a la sede de Pasteur 633, reunió a líderes comunitarios, funcionarios nacionales y parte del gabinete presidencial, bajo el lema “La impunidad sigue; el terrorismo también”. Milei celebró la decisión de avanzar con un juicio en ausencia contra los acusados iraníes y reafirmó su alineamiento con Israel. El Gobierno desplegó un operativo de máxima seguridad ante posibles riesgos, y el mandatario remarcó que este nuevo paso judicial es apenas el comienzo de una ofensiva diplomática y legal para que los responsables “paguen con todo el peso de la ley”. La comunidad judía valoró el gesto, pero sigue exigiendo resultados concretos luego de tres décadas de impunidad.